DIARIO DE RUTAS


 
Cronista de Senduma. Jesús Bustillo.
Octubre 2010.



"Las cosas no valen por lo que duran,
     sino por las huellas que dejan".











13-11-2010               Ascensión al Pico de los Enamorados


Algo en la mañana parecía ir mal, Leo no se había presentado. Mal presagio. El día comienza camino a Yunquera, y las serpenteantes carreteras de su entorno nos tendieron una trampa que nos costó mareos, parones en la subida en coche, etc. Pero todo cambió cuando pudimos ver una maravilla de la mecánica nunca vista antes, un geiser  rosa chicle brotó en medio de la Sierra de las Nieves; Todos creímos estar en  tierras de Groenlandia viendo esa acción de la naturaleza.
Ya de camino al pico, hubo muchas menos impertinencias. Los novatos Jorge y Sabina se portaron muy bien y no fue necesario dejarlos tirados en ninguna cuneta. Pozos de nieve y árboles huecos se cruzaron en nuestro camino, bello y frondoso. Ya en el pico, nuestro Christian realizó su ya habitual foto-escalada para quedar en el recuerdo,y una vez más lo consiguió.
El descenso fue rápido y tranquilo,no se contaron tantos culetazos como los que propició la bajada del Camorro,algo que nuestros gluteos agradecieron.
 La celebración en el bar fue el preludio a nuestra último castigo por no llevar a Leo con nosotros. La Sierra de las Nieves no quería dejarnos marchar, pero un valiente gruista nos rescató de sus fauces antes de que nos atrapara para siempre

                                                                                                                J.B.



4-12-2010                 Ascenso a la Maroma                             


Tras un madrugón  sin precedentes, ponemos rumbo a la Maroma, no sin antes descubrir cómo en un bar cercano a nuestro destino tomamos unos pitufos anormalmente extra-gigantes.
 El ascenso fue rodado para todos, menos para Jesús, al que estos pitufos le hacían llamadas para salir al exterior.
Una vez impulsado por todos hacia arriba, nos rodeamos de un precioso manto blanco que hace motivarnos, incluso a otros caernos.
Cerca del punto geodésico Oscar tuvo la maravillosa idea de montar un simulacro de tienda de campaña que frenase el intenso frío y el viento: Fracaso absoluto
Mientras yo bajaba algo rezagado con Jorge debido a su crujido de rodillas, escuché un llanto a lo lejos, no sabía que ocurría, hasta que logré escuchar un sollozo, ¡Oh¡, ¡Christian llora!, tiene frío en las manos. Pobre. Tras la inestimable ayuda de Papá Jesús seguimos adelante con nuestro camino.
Creo que la fortuna ha venido con nosotros de la pata de Leo. Fue buen día sin incidentes y en el que lo mejor es que hemos tenido la provincia de Málaga a nuestros pies


                                                                                                                      J.B



20-2-2011                           Ruta Olvera- Algodonales

Bajo una tenebrosa niebla, y un largo viaje, llegamos con 20 minutos de adelanto a un pueblo fantasma. Sólo sabíamos que se llamaba Olvera y que 74 habitantes iban a ser nuestros compañeros ese día. Pero nada parecía presagiar que aquella gente vendría.
Una estación de autobuses abandonada, un bar sin luz, restos de lo que pudo ser una reunión de chavales, pero ni rastro de nadie.  Tenía la sensación de que nos habían tendido una trampa, tal vez un grupo de muertos vivientes nos rodearía y comerían nuestras vísceras y sesos.
Nuestro presagio se quedo sola y satisfactoriamente en eso.
Jubilados, madres, niños, adolescentes, de todo había allí, un conjunto de personas que nos hacía cuestionarnos la dureza y belleza de la ruta.¿Esta gente podrá ir a la montaña? La respuesta es sí. Encabezaba la tropa la señora Paquita, y tras ella el resto de caminantes. El sendero se endurecía poco a poco tras un comienzo alarmantemente sencillo, y finalmente pudimos disfrutar de un camino precioso, a la par que algo complicado.
Las novedades del día fueron dos. Carlos y nuestra nueva bandera de Senduma, el primero se comportó seguro y siempre con cámara en mano por lo que pudiese ocurrir, y la segunda se convierte a partir de hoy en nuestro buque insignia .Coronaremos muchos picos con ella.
Tras unos malentendidos en los arbustos entre nuestros componentes, caminamos sin cesar hasta que un sonido y un golpe de  aire asustó al pobre Óscar. Una señora de las que participaba creía que este chico malagueño necesitaba un peinado nuevo, y la señora así lo dispuso con un golpe de vientre.

Por un momento creímos que nuestro grupo era gigante, que la gente adoraba Senduma, que comenzábamos a tener éxito y que la gente se lanzaría a nuestros brazos en busca de una plaza a nuestro lado en las rutas senderistas.¿Tal vez nos podríamos ganar la vida con esto? No.No somos los Beatles. Solamente  fue un efecto óptico de una  fotografía en la que parecíamos adorados. Volveremos a soñar.

                                                                                             J.B


  27-2- 2011                    Ascensión al Torrecilla                        



El día amaneció esplendoroso, íbamos a  ser más que nunca. El esplendor de “los 80” de la semana pasada no se iba a repetir, pero  si podíamos decir que cada vez somos  más y mejores.
El día nos ha dado unos paisajes  que se perdían en nuestra mirada, una vista sin fin  con una nota de color. Color Blanco, que sobre todo disfrutaron David y Jorge Paniagua..
La gélida brisa en la cima nos hizo descender rápido en busca de una piscina algodonal de nieve, donde pudimos dar rienda suelta a nuestros saltos acrobáticos.
A la hora de comer nos encontramos con un ser indescriptible, el NIÑO-MOCHILA, se zarandeaba, gritaba, estaba enfadado. Este híbrido nos inquietaba, cualquier cosa podría pasar.¿tal vez se fijaría en nosotros y nos atacaría con sus asas?¿con sus cremalleras? Lo que ocurrió fue una explosión de cólera de éste ser que le termino tirando al suelo.
Mientras charlábamos, entre conversaciones e historietas, en el transcurso del descenso, el sex-appeal de Jesús y Carlos hizo enloquecer las feromonas de una muchacha, que tras ellos iba embobada camino a las faldas de la montaña. Pero ellos tal vez pensaban en otras faldas, más aun cuando les prometió volver con ellos cargada de mujeres  solteras y sin compromiso, deseosas de una caminata y ……...
La aparición de dos nuevas caras y los pies de Jorge fueron la novedad del día. Todo un logro la ascensión de Gina y David, ,pero más aun el sufrimiento inenarrable de caminar con rozaduras en las botas
Para no perder la tradición de incidentes, el coche de Christian  comenzó a perder un extraño liquido bajo su pié .!Mierda! El líquido de frenos. Eso no es nada. Se rellena y para casa


                                                                                        J.B




    6-3-2011                       Vereda de la Estrella                    

 
Aparecimos en Sierra Nevada, una mañana estupenda y luminosa. Alcazaba, Veleta y Mulhacén iba a ser nuestras tres vigías. La alta montaña nos esperaba con los brazos abiertos, esperábamos que no los cerrase en ningún momento y nos apretase con su mal tiempo o sus percances imprevistos.
Como no pudo ser de otra manera, un helicóptero de la Guardia Civil estuvo sobrevolando sobre nuestras cabezas un buen rato, presagiándonos que nos podría pasar algo. Sólo era precaución. Tras contemplar unas cimas que tocaban con el cielo, y que algún día tocaremos nosotros, decidimos bajar al punto de partida por la Cuesta de los Presidiarios, donde encontramos la esencia de Senduma: Nieve bajo nuestros pies y sobre nuestra cabeza, animales observándonos, y refugios donde podemos dar rienda suelta a nuestra imaginación.
Tras una dificultosa bajada, y ayudados por la inestimable colaboración externa, llegamos a encontrar nuestro camino que nos llevaría de vuelta. Tras un momento de incertidumbre todo volvió a su cauce, incluso nosotros mismos llegamos a nuestro cauce, el del río Genil.
Hemos batido dos records. Jesús S. consiguió el de mayor  número de cambios de ropa en la montaña y yo mismo el record de tiempo más breve entre dos caídas.
Vamos rompiendo barreras

                                                                                                        J.B